Metodología de análisis de usabilidad
Mostramos los pasos que normalmente se siguen para un completo examen de usabilidad.
Se trata de un proceso flexible y adaptable a las necesidades de cada caso,
pero queremos ponerlo lo más desglosado posible para dar una idea más
clara de en qué consiste:
1. INICIO
- Definición del problema
- Breve evaluación inicial por especialistas (Análisis heurístico).
- Redacción del pliego de necesidades
2. ESTUDIO
2.1 Planificación de las pruebas
- Análisis heurístico detallado
- Índice de objetivos generales y específicos
- Definición del perfil de la audiencia
de destino de las pruebas
- Diseño de los diferentes tipos de pruebas y magnitud
de las mismas (procedimientos y equipo necesarios)
- Revisión de logs e implementación de nuevas métricas
necesarias
- Toma de pautas de control estadístico para seguir
la evaluación de los cambios y medir el retorno de la inversión
2.2 Ejecución de las pruebas
Registro de datos. (De lo general a lo particular: puntuales ejercicios prácticos
permiten obtener la información deseada.)
2.3 Evaluación de los resultados
- Índice de filtrado y análisis de los datos recogidos
- Creación de informes estadísticos
- Creación del informe final (De lo particular a lo general)
- Resumen ejecutivo
- Información específica de todos los hallazgos
- Recomendaciones a corto y largo plazo
3. IMPLANTACIÓN DE LAS MEJORAS (Posterior al análisis)
Proceso de rediseño
4. EXAMEN DE EFECTIVIDAD (Posterior al análisis)
- Estudio de los resultados obtenidos
- Comparación de los antiguos registros estadísticos con los
nuevos
- ROI (Medida de retorno de la Inversión)
- Definición de la estrategia y recursos para el mantenimiento
y la mejora constante
Y RECUERDE:
- Usuarios de sitios web somos todos, pero
no iguales. En la mayoría de las ocasiones navegamos de forma
diferente, lo que significa que debemos hacer pruebas de usuario,
ya que ni la experiencia de los profesionales de la usabilidad son capaces
de prever completamente el comportamiento de quienes visitan nuestra web.
- Nunca es tarde para el análisis.
Lo importante es perder el miedo y reconocer que todo es
susceptible de mejorarse. Al fin y al cabo un sitio web siempre está
en proceso de cambio constante, bien porque se amplía el contenido,
se optimizan los servicios o se renueva el aspecto. Definir cuáles
son las principales mejoras o aquellas que impliquen un esfuerzo asumible
por la empresa siempre será mejor opción que no hacer nada al
respecto.
- Volver a pensar en aspectos básicos
no significa tener que cambiarlo todo. En muchas ocasiones la solución
es más sencilla de lo que se cree, y en los casos donde los ajustes
impliquen cambios sustanciales se pueden afrontar de forma progresiva. Lo
importante es encauzar lo antes posible la dirección correcta a seguir
en el momento en que se extraen las conclusiones para que el trabajo que se
realice a partir de entonces vaya por buen camino.
- La usabilidad implica la conciencia de tener
en cuenta a los usuarios de nuestro sitio web, ya que ellos son los
potenciales clientes de nuestro producto/servicio. Una web siempre tiene un
objetivo comunicativo, por lo que tiene mucho sentido plantearse cómo
toda esa audiencia va a recibir la información que queremos transmitirle.